Arrebola Solórzano, Julio
Si hay un rasgo que caracteriza a la comunicación humana, este es sin duda el de la multiplicidad de canales y vías mediante los que puede establecerse. Desde los orígenes de la humanidad, muchos han sido los elementos y soportes, verbales y no verbales, a través de los cuales los habitantes de cada época han establecido su comunicación y han forjado sus relaciones sociales y afectivas. Conversaciones conmigo… y Lola no deja de ser un ejemplo más de esa realidad tan antigua como el ser humano, en este caso adaptada al mundo tecnológico en el que habitamos los ciudadanos del siglo XXI. Así, el espacio en el que debatir cualquier cuestión, entablar una relación de amistad o simplemente pasar un ameno rato de charla no se circunscribe hoy al foro, a la plaza pública o al salón de actos y reuniones, sino que los límites físicos han sido superados y el intercambio de ideas puede establecerse en tiempo real en el lugar más insospechado; en este caso, en un blog de internet gestionado por Lola.