Carmen Martín
Una noche más, como de costumbre, Rosa enciende su emisora de radioaficionado. Todo transcurre con normalidad, pero algo insólito ocurre y descubre con asombro que al otro lado de la emisora se encuentran los alienígenas. Las comunicaciones con estos seres se mantienen en el tiempo y hacen que cambie su óptica sobre su propia realidad y pase a interesarse por los enigmas de la humanidad, que abordará en sus reiteradas comunicaciones con ellos. Al mismo tiempo, a través del relato de un amigo de su difunto marido que ha sido testigo en primera persona de visitas extraterrestres a la Tierra, Rosa toma conciencia del intrigante y enigmático mundo ovni. Entre enigma y enigma hay espacio para las emociones fuertes, el amor, el desamor y las historias personales más rocambolescas. El lector tiene en sus manos una historia de ficción a través de la cual la autora quiere transmitir que la espiritualidad es el espejo donde la humanidad debe reflejarse; que la esperanza siempre está ahí, aguardando a que le otorguemos un rostro para hacerse presente; y que en nuestro universo infinito cualquier hipótesis tiene una realidad donde encajar.