José Quincoces
Jaime García está jubilado y es viudo. En un momento, decide buscar por internet a una antigua novia y, tras encontrarla y recordar la relación que mantuvieron, se aventuran a pasar unas vacaciones juntos donde reviven su pasado, alejados ahora de los prejuicios de entonces. Luego Jaime debe marchar al otro lado del mundo, donde compartirá confidencias con su nieta adolescente, al tiempo que durante varias conversaciones la ayuda a madurar y le aporta lecciones de vida. La novela es un conjunto de sensaciones y sentimientos a flor de piel en el que se muestra que el amor es atemporal y no está sujeto a normas ni a edades. Es un canto a la vida, a disfrutarla en todo momento y bajo cualquier circunstancia, y nos enseña que es preferible un «no puedo creer que lo hice» a «¿qué hubiese pasado si…?».