Romi Kirilova
A veces, todo empieza con una pregunta. ¿Y si pudiera llegar hasta la Luna? Pim es solo un pajarito, uno más entre tantos. Pero un día alza la vista y, en lugar de conformarse con mirar la luna desde abajo, decide buscarla. Porque hay cosas que no se explican con lógica: se sienten. Porque hay momentos en los que basta un deseo para emprender el vuelo. Todos hemos sido Pim alguna vez. Todos hemos soñado con algo que parecía inalcanzable. Y todos, en algún momento, al llegar a lo más alto, hemos descubierto que lo verdaderamente valioso… estaba más cerca de lo que pensábamos. Pim y la luna es un cuento sencillo, sí. Pero también es un espejo. Uno de esos que, sin decirlo, nos invita a recordar que soñar sigue siendo necesario. Y que a veces, para valorar lo que tenemos, solo hace falta mirar desde otro lugar.