González Ravina, Marta
A menudo, quienes no tienen pareja, e incluso quienes la tienen, observan a las demás parejas como si todo fuera perfecto y nunca hubiera problemas. Seguramente sea porque nos lo venden todo el rato en las películas y en las redes sociales y nos lo hemos creído. Pero lo cierto es que detrás de cada pareja hay, ha habido o habrá algún escollo, algún problema que solucionar. La mayoría de estos conflictos tienen su origen en algo tan antiguo como la tentación y el deseo, pero también en el miedo, la inseguridad, la presión económica, social o familiar, etc. La vida no siempre es fácil, pero de la forma de afrontar el deseo y los miedos dependerá muchas veces el éxito o la ruptura de una relación.