Rocío G. Soldevila
Cada uno de estos versos se escribió solo, adentrándose en los recovecos de este corazón. Del mismo modo que la naturaleza se expande poco a poco, en Erotízame la poesía va creciendo en el interior de la autora. «Cada palabra viene a mí con su desnudez, y ellas solas se van vistiendo con tinta, bajo la pluma tímida que sujeta mi mano».