Mario Capel
Poesía es todo aquello que se expresa desde lo más hondo e íntimo, abandonándose sin más al sentir del que emergió. Mas son necesarias las palabras para expresarlo, para intentar comunicarlo. Y es ese, precisamente, el lugar de la traición, pues el lenguaje es cronológica y evolutivamente muy posterior al sentimiento, sensación o emoción. (El niño siente antes de hablar; el animal no precisa de palabras para expresar sus emociones y sentimientos). Todo sentimiento es íntimo, personal e inexpresable, pues su esencia, su raíz es preverbal. (Lacan fue cabal en su interpretación de la fórmula de Saussure). Incluso, y lo sabemos bien, también es intransferible, y si lo fuera, tan sólo justo en la medida en la que el Otro hubiera tenido o experimentado el mismo sentimiento o emoción. Las palabras son árboles desnudos que siempre nos ocultan un bosque frondoso de Primavera. Las frases y sentencias, por muy sabias, y por muy elocuentes, descriptivas y evocadoras que ellas fueran, confunden siempre el «mapa» con el «territorio» (Korzybnky). Coloridas praderas, ríos, montañas escarpadas, mares y lagos apacibles, con sus increíbles tonos y matices multicromos, pliegues y cresterías, escapan a unos trazos y señales, por muy precisos que estos pudieran llegar a ser.