Ari Urbano
Las heridas se pueden coser con palabras para romper nuestra soledad, la clave está en escucharnos y (des)peinarnos para sentir la libertad. A veces, el miedo aparece y nos ahoga, porque las ventanas que nos ofreció la vida continúan cerradas. El amor, la espera, la duda, el adiós, la vida misma; las manos que acarician cuerpos soñados, pieles evanescentes; poesía que brilla al final del mar, que inicia senderos justo donde crecen las nubes; poesía en movimiento, poesía veraz, poesía como testimonio de la emoción. Todo luce vibrante, onírico y carnal a la vez en (Des)peinada. Asómate a estas páginas. En ellas podrás descubrir una caricia que te habita el corazón, un espacio en el que el pasado duele y un presente que nos enseña que hay un refugio en el que encontrarse, un lugar cálido donde podrás descubrir cicatrices, que no son más que mapas que guían tus viajes.