Toufik Diouri
Moshé, criado a mediados del siglo XV en una colonia judía oculta en la provincia de Córdoba, es expulsado, siendo aún adolescente, por su propio padre por prácticas pecaminosas. Conoce a Muhammad, un joven musulmán con quien huye, por miedo a ser descubiertos, hacia la Toscana en busca de un mundo del que tenían noticias en cuanto a sus claras oportunidades para progresar. En dicho viaje, y para su necesaria ocultación, se convierten al cristianismo, tomando por nombres Cristóbal Colón, Moshé, y Pedro de Estopiñán en el caso de Muhammad, unos nombres al azar. Cristóbal inicia su aventura italiana, donde tiene la oportunidad de adentrarse en las nuevas concepciones filosóficas y artísticas que redefinen el papel del ser humano en el mundo a través de relaciones estrechas con ilustres personajes del momento. Ahí conoce las artes de navegación, que a la postre le sirven para su gran aventura, las de verse casualmente envuelto en la complicada misión de viajar a las Indias en busca de especias y oro, pero que acaba, sin él saberlo, en el descubrimiento de todo un continente. En las Indias acaba por conocerse profundamente como ser humano, abarcando riquezas, poder y fama, pero también miseria espiritual, desdicha y enfermedad.